viernes, 19 de marzo de 2010

DE LAS PUTAS


Sobre las malas amantes.Ser una mala amante no es fácil ni tampoco parece ser muy difícil. Las noches románticas no se hicieron para nosotras, las malas amantes. Esas son para rubias recién casadas,para las frígidas, para las desleales. Las malas amantes nos perdemos en alcohol cada nochey nos complace imaginar que no estamos solas;nos esforzamos por cocinar al medio día, pero terminamos inquietas y con un libro en mano. Pero las buenas amantes se satisfacen al obsequiar su ejemplo a las niñas, mientras nosotras, las malas, somos las locas. Las malas amantes, como nosotras no recibimos rosas, ni propuestas de matrimonio. Nosotras caminamos por las tardes y de vez en cuando olemos el frío de la noche. Las malas amantes estamos malditas. Las malas amantes no le tememos a la soledad que exista en la muerte. Las malas amantes nos embriagamos con la muerte. Las malas amantes no hacemos el amor. Las malas amantes no sabemos ni barrer ni fregar platos. Somos polvo y a veces somos humo. Somos miseria, inercia, putrefacción. Y condenamos a las buenas amantes a una vida de rectitud, y somos la encarnación de “lo que no se debe hacer”, somos lepra y terror. Somos violentas.Sin embargo, y pese a todo, las malas amantes somos virtuosas. Los besos nos saben a ceniza,y nuestra mayor virtud consiste en no simular, en creer que no amamos.¡Somos mujeres, somos mujeres! Nos importa poco ser malas amantes, pero lo somos. Vamos, no nos incumben los asuntos de las buenas amantes.Ser una mala amante, como dije, no es fácil. No es cuestión del sexo. Las buenas amantes son las que hablan de sexo,mientras que las malas nos conformamos con poder reír, gritar, respirar; con sentir un poco, con llorar un poco, con ser un poco. Las malas amantes estamos solas. Yo soy una mala amante. Nosotras podemos ser divorciadas o desquiciadasnosotras somos alcohólicas de alguna u otra manera, y de vez en cuando nos llaman putas. Las malas amantes no somos musas de poetas o pintores. Somos de ojos nítidos, de piernas como ganchos, así somos.Las amantes tan malas como nosotras, no sabemos estar aquí. Estamos muertas.
AUTORA DESCONOCIDA ... PERO BUENA